Esta mañana cuando me senté delante de mi tocador y me cepillé 100 veces el cabello, pensé en vosotras, y en lo que os estáis perdiendo si no tenéis uno. Son además de decorativos, tremendamente útiles y dignos de un espacio en nuestras casas.
Los antiguos egipcios ya usaban cajas bellamente decoradas para el ritual de acicalamiento diario, que constaba de aceites, ungüentos, maquillaje, fragancias... (eran tan sencillos ellos).
Colorete rosa del sXVIII. Detalle de Madame de Pompadour |
Madame de Pompadour en su tocador |
En la Europa el s. XVII se destinaba a la higiene de toda la familia, pero la mujer fue apropiándose de este espacio y llegó a formar parte de la dote tras la sofisticación del maquillaje y las pelucas a lo largo del siglo XVIII.
Encargo para Madame de Pompadour |
En el siglo XIX se instaló definitvamente en el dormitorio de la mujer y en el S. XX se convirtió en un símbolo de modernidad.
En las películas hollywoodienses de los años 20 y 30 encontramos muchas imágenes recurrentes de misteriosas y glamourosas mujeres, sentadas delante de su tocador antes de llevar a la perdición a viriles protagonistas.
Jean Harlow |
Os recomiendo situar vuestro tocador en una zona con buena iluminación, preferentemente de luz natural. Si no es posible, habrá que colocar luces de refuerzo. Los elementos básicos son un un espejo, una silla y un mueble.
Es importante que los elementos estén coordinados en tonalidad cromática y en materiales, y disponer de espacio suficiente para poner todos nuestros cosméticos (si éste es muy limitado podemos usar cajas de almacenaje bonitas y también coherentes).
Idea de bajo presupuesto |
Atemporal y muy elegante |
Sencillo y romántico |
Naif y divertido |
En Ikea tenéis tocadores a buen precio y de varios estilos: moderno, vintage... Ya sabéis con cuál nos quedamos en esta página.
¿Y vosotras con cuál os quedáis? Contadle a Miss Vintage vuestras ideas de decoración.